Época: Periodo prerromano
Inicio: Año 750 A. C.
Fin: Año 600 D.C.

Antecedente:
La cultura tartésica



Comentario

Una serie de acontecimientos, entre los que posiblemente el principal sea la fundación de la colonia focense de Massalia (Marsella) influyen de manera clara en el debilitamiento del reino de Tartessos. La fundación de Massalia al final de la vía interior del estaño en la desembocadura del Ródano perjudicó al abastecimiento del estaño en el mediodía peninsular, de modo que a finales del siglo VI a.C. ya no existen representaciones de la gran metalurgia del bronce en Tartessos. Los fenicios ya no pudieron proporcionar a los indígenas el estaño necesario para la fabricación de bronces y la propia actividad económica de los fenicios, que actuaban como intermediarios, se vio afectada, lo que se refleja en una importante crisis en los asentamientos fenicios del círculo del Estrecho.
Políticamente este proceso desembocó en la ruptura de la unidad de la infraestructura económica regional y la consiguiente ruptura del equilibrio político, dividiéndose el territorio en un mosaico de "taifas" donde ningún jefe local estuvo en condiciones de controlar un territorio más amplio del que tradicionalmente pertenecía a su grupo.

El periplo del almirante cartaginés Himilcón (ca. 500 a.C.) supone un intento de los cartagineses, que surgen ahora como potencia mediterránea, por reorientar de nuevo la demanda del estaño atlántico, en un momento en que la industria del bronce en Cartago es floreciente y se ha producido una crisis en Massalia.

Parece ser que los cartagineses han devuelto el control del estaño atlántico a los fenicios de Gadir, que lo conservarán en época romana, probablemente a cambio de ser abastecidos de este mineral por ellos en condiciones ventajosas. Al mismo tiempo Cartago sustituyó a los fenicios como proveedor de plata y otros metales en el Mediterráneo central y oriental.

La actividad económica de los fenicios peninsulares se centró en la obtención del estaño atlántico, al menos por parte de Gadir, y en la explotación y comercio de la sal y sus derivados, probablemente ambos en régimen de monopolio, lo que no favorecía una reactivación de las prácticas económicas tartésicas tradicionales. Paralelamente se produce la transformación de una economía del bronce en una economía del hierro, propia ya de tiempos ibéricos, donde el Suroeste se vio relegado por otras áreas productoras de hierro.

En resumen, se produce un estancamiento del mundo tartésico que adquiere unos rasgos arcaizantes frente al despegue de lo propiamente ibérico, donde los estímulos coloniales púnicos y griegos actuaron de modo similar a los fenicios en el Suroeste peninsular en la etapa anterior.